Según el tríptico:
"En los perros estos parásitos producen invasiones masivas que, a veces, provocan graves afecciones en el aparato digestivo y el sistema nervioso. Se desconoce el mecanismo íntimo que las desarrolla, pero una reacción generalizada que puede producir fallos de órganos vitales causando la muerte del animal en horas.
Los síntomas suelen ser vómitos, diarreas, torpeza de movimientos y decaimiento generalizado. Las zonas más habituales donde se
colocan estos ácaros en el can son los dedos, ingles, orejas y ojos"

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