Os recordamos su historia... tenía 13 años y era una perra muy dulce y cariñosa que buscaba mimos constantemente. Su dueño murió y , no sabemos muy bien como, terminó vagando por las afueras de Logroño, buscando afecto y acercándose a cualquiera que le hiciese un poquito de caso. La llevamos al refugio pero su salud era muy delicada por lo que buscamos una acogida donde pudiera estar más tranquila y cuidada.
Queremos agradecer a Noelia, su casa de acogida y a la guardería "La Burra Lola" todo el cariño y cuidados que han tenido con Ana en esta última etapa de su vida.
¡¡HASTA SIEMPRE, PEQUEÑA!!
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