Tuvo la enorme suerte de vivir en un hogar lleno de cariño , junto a su "tato perruno" Brandon.
Juntos vivieron grandes aventuras corriendo por el monte, jugando por los parques, disfrutando del amor de una familia maravillosa que ahora llora por su ausencia, pero con la tranquilidad de haberla cuidado y querido hasta su último suspiro.
Desde aquí queremos enviar un fuerte abrazo a esta familia por su dedicación y cariño hacia Tristana y Brandon; su alegría y amor por los animales y empatía con las personas,
Son un ejemplo a seguir.
¡Hasta siempre, princesa!
Aparioja
Doctores Castroviejo 3, bajo de Logroño.
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